La Verdad que Libera - Enseñanza Crística Contemporánea - Cátedras Crísticas
el libro de la verdad

YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA; Y TODO AQUÉL QUE CREA EN MÍ, OS TENDRÁ VIDA ETERNA POR SIEMPRE. DONDE ESTÉN DOS O TRES EN EL NOMBRE DE MI PADRE, YO SIEMPRE ESTARÉ ENTRE VOSOTROS.

23 Nov 18 - 09:13

[20150222-2] Eres el Camino la Verdad y la Vida. Levántate, levántate vosotros los presentes, levántate en el nombrede mi Padre, con tu cuerpo hazlo, hazlo, hazlo, levántate con tu cuerpo en el nombre de mi Padre, hazlo, hermano, hazlo, hazlo si tienes la humildad en el Yo Espíritu, si muestras aquí la humildad lo harás, levántate en el nombre de mi Padre, no vengo Yo a ordenarte cómo debes de ser, vengo Yo nada más a decirte si la humildad del todo poderoso irradia en ti, lo vas hacer. Mujer bendita, levántate en el nombre de mi Padre, hazlo y repite estas palabras, y también vosotros los presentes:
“Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida”.
-Los hermanos repiten: Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida.
“Y todo aquél que crea en Mí, os tendrá vida eterna por siempre”.
-Los hermanos repiten: Y todo aquél que crea en Mí, os tendrá vida eterna por siempre.
Mostraron humildad en su SER los que lo hicieron y los que no, en verdad te digo, mi Padre te ama porque eres Chispa Divina del Todopoderoso, del Yo Ser, del Yo Amor.
Queridos hermanos y hermanas, el que esté preparado para recibir que reciba y el que aun espera el tiempo para hacerlo, eres muy libre, querido párvulo, eres muy libre, pero tendrás tu recompensa, más aun aquellos que se acaten a la Ley de mi Padre, hagan la Voluntad de mi Padre, y ya no engañes a tu hermano que eres el Dios sin demostrarlo, sino conviértete en el Dios para ayudar a tu hermano, ya no sigas confundiendo más a la bendita Humanidad que deben de alabar a un cuerpo fuera de sí mismo, sino deben de alabar a mi Padre en lo más interno del Yo Espíritu, porque Él es el único que sana al espíritu y el cuerpo que hoy está en este tiempo recibiendo del pan sin levadura, del agua de vida, convirtiéndose en el perdón, en el arrepentimiento y convertirse en la nueva criatura, bendito sea por siempre.
Aún no te entiendes que eres el Dios de Dioses, el Señor de Señores y que en ti está todo. ¿A quién esperas? ¿A quién buscas? Si todo lo tienes, todo lo tiene cada uno de vosotros los presentes y aún los ausentes. Y hoy mírate como estáis, esperando nada más que mi Dios venga a hacer lo que tienes que hacer vosotros, esperando una venida más para que creas de nuevo; y en verdad te digo, querido párvulo, si Yo ya habito en lo más interno de cada uno de vosotros, Yo ya Soy el Gran Yo Soy, el amado Yo Soy en cada uno de vosotros.
Que mi Padre Dios sea el que te guie, que la luz luminosa sea la que te deje ver todo, te deje verte a ti mismo y descubras quién eres. Eres digno y maravilloso al estar aquí, todo aquél que tenga oídos para oír, oiga; todo aquél que abra los ojos del Yo Espíritu para ver, que vea; aquél que tenga el sentido para sentir, que sienta, que mi Padre siempre está contigo hoy y siempre y para siempre. Soy el mismo de siempre, pero Yo estuve entre vosotros, tuve un cuerpo entre vosotros, en aquél tiempo me conociste como Abraham, me conociste como Moisés, me conociste como Jesús y en esta existencia me conociste como Emilio[1]. ¿Y hoy en ti me has conocido? ¿Dime, me conoces, querido párvulo, querida párvula, me conoces? Que sea la voluntad interna que te deje ver todo, que sea mi Padre en ti el que te deje ver todo. Párvulo, no sigas perdiendo el tiempo, porque Yo habito en ti, aunque no me veas, aunque no me sientas, pero cuando os pidas de este manjar, cuando os pidas de esta agua de vida, siempre estaré entra vosotros en lo más interno y para siempre.
Si en verdad se descubrieran de lo que Yo vengo a derramarles, de lo que Yo vengo a recordarles, si te conocieras, querido párvulo, ya no sería menester escucharme a través de un cuerpo, a través de la irradiación, sino de Espíritu a Espíritu estaríamos conviviendo por la eternidad. Porque no hay muerte en la vida del espíritu, no hay muerte, hay eternidad, porque eres eterno, párvulos y párvulas, porque el que habita en vosotros es el Creador de todo lo que se ve, de todo lo que existe, Él está en el Yo Corazón, descúbrelo. Pero no esperes más, aquél que te pida, dale; y aquél que te toque la puerta, ábrele. Pero que nada te detenga sobre el camino, querido hermano, porque muchos ponen límite y obstáculos. Pero dime tú, hermano Felipe, si te encontraras en un campo y tengas que pasar algún rio, sobre una barandilla[2] que nada más tus pies entran, en verdad te digo, si tu hijo resbala y cae, ¿qué harías? Ayudarlo, ¿verdad? Y lo sacarías del fango para ir contigo. A eso vengo Yo en esta mañana de luz para todo aquél que crea en mi Padre, para todo aquél que mi Padre habita en cada uno de vosotros.
 
El texto completo de esta cátedra Crística lo encontrarás en: Menú-Descargas-Archivo [20150222-2] de la página web: www.laverdadquelibera.mex.tl
 

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