La Verdad que Libera - Enseñanza Crística Contemporánea - Cátedras Crísticas
el libro de la verdad

YO OS LO HE DICHO, Y LO DEJÉ ESCRITO Y OS DIJE: “AQUÉL QUE PREGONE MI PALABRA SIN HACERLO, ES UN IMPOSTOR”

12 Mar 18 - 10:42

[20171203] Vengo a decirles que no teman ante la vida, ante vuestro recorrido de vuestras cosas, que mientras vosotros estés con esta conciencia limpia, esta conciencia pura de convertir vuestro pasado, hacerlo presente, renovarlo, entonces tienes un buen porvenir.
Todo tenéis que modificar, porque no hay nadie, no hay nada que os les modifique vuestras cosas porque son tuyas, porque vosotros eres responsable de sí mismo, de vuestras cosas. Es por eso que tienen que transformarlas, para esto tienes que creerte en ti mismo que eres el responsable total de todas vuestras cosas.
Vosotros tienes que entenderte, tienes que comprenderte que vosotros lo eres todo, que de vosotros sale todo, todo lo que hay ajeno, lo que hay allí fuera de ti es tuyo, por eso viene, mis bien amados, por reo vienen a ti otra vez, porque son tuyas vuestras cosas. Y hoy has visto venir el desamor, la intranquilidad, la pobreza, has visto venir las enfermedades, porque eso es tuyo, porque eso ya lo hiciste una vez y eso es lo que aparece y está apareciendo en tu vida hoy.
Pero como ves vosotros, no vienen, ni se hacen solas, eso vosotros lo estás y lo debes de seguir perfeccionando, debes de irlo cambiando poco a poco para que tu vida sea fructífera, sea auténtica, sean esos cambios divinos y aunque otros vivan su infierno, vosotros vivirás tu gloria, pero esto cuando vosotros hagas lo que os te digo.
Cambien, cambien las formas de hacer, porque vosotros eres el causante de tu vida, de todo lo tuyo. Vosotros crees que los sufrimientos están y vienen y exactamente eso aparece en el escenario de tu vida; la pobreza, porque crees que eres pobre, crees que así naciste y así te dio la vida, en verdad confirmas la pobreza, lo que un día hiciste y esto es lo que vence al hombre en la tierra.
Yo os lo he dicho, y lo dejé escrito y os dije: “Aquél que pregone mi palabra sin hacerlo, es un impostor”. Entonces, mis bien amados, vosotros no seas así, aunque sepas muchas cosas tienes que quedarte quieto hasta que demuestres por ti mismo lo que has sabido, entonces será cierto.
Si vosotros quieres estar en luz, en paz, compréndete y ámate, ámate dentro de la Palabra Crística, Divina. Porque vosotros tienes que hacer esa transición, vosotros también tienes que ser el Cristo, porque ser el Cristo es ser alguien que deja algo, alguien que lo transforma y se convierte en algo real en su vida conscientemente.
Porque vosotros habéis estado compartidos y entonces no están, pero Yo por eso vengo a estar contigo y a llamarte la atención, a decirte ¿cuándo es, pues, que vas a comprobarte a ti mismo que estás y ya has cambiado? ¿Cuándo es, pues, que por ti mismo sacrificarás tu mundo externo por tu mundo interno? ¿Cuándo es, pues, que van a ser un buen alquimista en vuestra vida? Porque ser un alquimista, es ser un transformador, alguien que transforma todas las cosas, que el agua la convierte en sólida, la tierra la convierte en agua, la piedra la convierte en algo comestible. ¿Y vosotros? Si eso para vosotros es fantasía, solo es fantasía, y unas veces habéis dicho: Solo Jesús lo hizo. Y otros han dicho: Eso es mentira, eso no se puede hacer. Porque viven en la ignorancia de sí mismos. Pero a vosotros les digo que es tiempo que puedas demostrar esta calidad de ser, porque esto hay que creerse que son el SER y el SER PODEROSO, el SER que ha venido de un SER DIVINO, PODEROSO y a ese le llamas DIOS.
Hay tres cosas en la vida, está lo frio, está lo tibio y está lo caliente. Y vosotros siempre se han dado por lo tibio, porque siempre dices: será, será que me va salir o será que no. Y eso es ser tibio. Posee una de las dos cosas, frio o caliente, y esas dos cosas te darán resultados, porque esto es hacer, sí. Es pues que vosotros tienes tu propio compromiso contigo de hacer conscientemente vuestra vida. Debes aprender a decir: “Pues por mí, no tengo nada; pues por mí, mi vida está así; pues por mí, estará así. O sea, mis bien amados, vosotros tienes que hacerte este compromiso contigo mismo y háganlo
¿O vosotros pensáis como tus hermanos que vendrá alguien y lo hará por ti? ¿Vendrá Dios y te sacará? Pues Yo os te digo, ¿vosotros crees en un Dios ajeno? ¿En un Dios ajeno que está en los cielos? A vosotros les digo, no hay un Dios ajeno y si vosotros me dijeres que sí, sería un Dios ajeno, ficticio, porque Dios está en tu corazón, ahí está Dios contigo, ahí está Él, por no decirles: Eres tú el Dios de ti mismo.
Vosotros tienes que aprender a reducir las cosas. ¿Sabes? El pasado ya es pasado, no existe; el futuro aún no llega, solo está el presente momento, solo estás tú y lo que tú digas eso es. Pues si vosotros dices mañana, siempre postergarás algo y ese mañana no llega, y mañana, dirás mañana; y mañana, dirás mañana; y no podrás ver la luz, no podrás ver la verdad que eres tú mismo y estrás ciego y andarás ciego y siempre estarás ciego, que viviendo en su casa se siente fuera de ella.
Dense un momento de estar dentro de la paz, y si vosotros crees que has venido hasta aquí a buscar la paz, pues entra, entra a ti mismo y proclama en tu corazón YO SOY LA PAZ y dilo tantas veces, tantas veces para que entonces tú seas la paz donde quiera que estés, donde quiera que vayas. Así también di: YO SOY EL AMOR, pero dilo tantas veces hasta que te mines, así como el aceite mina a la tela, así también te sientas minado por toda esta verdad que eres tú mismo.
Y como os dije en aquellos tiempos: Ni como el tamaño de un acento que te falte, no podrás entrar al Reino de los Cielos, porque todo tienes que devolverlo otra vez en sanidad, en perfección, en corrección, en amor, todo, para que seas completo y goces tu vida, la goces; y al final de tu jornada puedas decir: “Si la vida Yo Soy, Soy y he hecho el principio en las cosas y he hecho el final en las cosas, y que de acuerdo a lo que esté viviendo, lo que esté creyendo, en eso se ha convertido el final y el principio”. Porque vosotros no eres el principio ni final, vosotros eres el Creador de aquello, eres el Creador autentico, tú no eres aquello, tú eres el que lo haces, el Hacedor, el Creador. ¿O vos se creen el principio y fin? No, mis bien amados, vosotros no tienes principio ni fin, vosotros siempre eres, siempre lo eres, siempre lo eres y siempre lo serás.
Ya es tiempo que vosotros por conciencia se quiten todas las máscaras que vosotros tienes. Porque durante tu vida, tus evoluciones tienes mascaras guardadas con las que vosotros has engañado tantas veces, y vosotros las tienes y las sacas a cada momento. Vosotros tienes que ser sincero contigo mismo, sean sinceros contigo mismo para que puedas ser sincero con tus hermanos.
Porque vosotros todo vuestro tiempo pasado has venido a sentarte y escuchar y después te vas, después se van sin hacer nada y vuelven a su mundo, hermanos míos. Porque vosotros, dijo vuestro hermano Pablo en aquéllos tiempos, os me dijo y le dijo al Pueblo: porque vosotros son como los cerdos, que son sacados del lodo y son bañados y bien restregados y lo amarras y se conservan limpios, pero luego que los sueltas vuelven a su mismo lodo. Así también os les digo a vosotros, hermanos, y espero que no formen ningún acto de represión, espero que mis palabras no os les ofendan, sino que ahí en su corazón se acepten que siempre han sido así.
Cuídense y hagan vuestras cosas bien hechas, unifíquense vosotros, pues salgan de esas prepotencias donde vosotros están, porque vosotros aunque me dijeres que no estás en prepotencia, lo están y cada quien vive en su prepotencia, es lo que forma la dualidad entre sí. Si no hubiera dualidad no hubiera prepotencia.
Amados míos, tantas cosas que quisiera Yo darles, pero no terminaríamos y esto sería en vano. Porque vosotros son, como en aquél tiempo, que os les dije a mis Discípulos y a mis hombres y a todo el que me seguía: La mies es mucha, pero pocos, pequeños los odres, se derrama y no se aprovecha. Así les digo a vosotros también, la mies es mucha, pero vosotros muy pequeños de retener las cosas y de hacerlas. ¿Y qué se hace? Se derrama la mies, la palabra, la sabiduría. Hagan las cosas, porque has estado equivocado por todo el tiempo que nada más quieres escuchar al Padre, nada más escucharlo. Ahora cree que el Padre quiere escucharte a ti, quiere oírte decir: Padre, aquí estoy; Padre, aquí he hecho tantas cosas. Y no importe lo que hayas hecho, pero que convivas con Él y seas humilde para poderte guiar y lo sepas escuchar.
 
El texto completo de esta cátedra Crística lo encontrarás en: Menú-Descargas-Archivo [20171203] de la página web: www.laverdadquelibera.mex.tl
 

Agregar un comentario

Tu nombre o Ingresar

Tu dirección de correo (no se mostrará)

¿De qué color es el pasto? (chequeo de seguridad)

Mensaje *