YO NO VENGO A DISTINGUIR RAZA, NI COLOR, NI CREDO; PARA MÍ TODOS LOS PRESENTES ENCARNADOS Y DESENCARNADOS SON POR IGUAL.

[20170723-2] El poder siempre en vosotros está, porque tú eres Chispa Divina del Todopoderoso y de donde Yo he venido vosotros -como Hijos Unigénitos- has venido con esa gran virtud, con ese gran poder de ser el SER para mostrar la verdad de la Ley de mi Padre.
Porque eres el pan, eres la copa, tienes todos los atributos y tienes el deber de hacer por vosotros. Trabajar en vosotros es purificar el espíritu de mi Padre si está en tinieblas, en oscuridad, en pobreza, sí, pobreza.
Aquí no hay pobreza, aquí hay riqueza espiritual, la riqueza espiritual es cuando te independizas de tu cuerpo, cuando ya no creas que el cuerpo es el todo, ese regresa a donde mi Padre lo ha sacado.
Eres el amor verdadero, y bendito aquél que lo crea, porque le digo, el Reino de los Cielos es de vosotros, sí, amados míos, el Reino de los Cielos es el espíritu que se prepara para SER y HACER la voluntad de mi Padre.
Yo te amo, amados míos, pero tú no amas a tu Presencia, conviértete en la mesa, conviértete en la copa rebosante, conviértete en el pan sin levadura, y cuando llegues donde estoy Yo, seremos UNO a la vez.
Yo no vengo a distinguir raza, ni color, ni credo; para Mí todos los presentes encarnados y desencarnados son por igual y Yo quiero verte aquí en el Reino de mi Padre donde estoy que seas unificado conmigo.
Que la pobreza no te tenga atado, porque acabo de hablar de la igualdad verdadera y debes de levantarte como el Dios y con firmeza gritar a los cuatro vientos: Yo Soy Jesús. Cuando llegues a donde Yo quiero que estéis, lo harás sin barrera alguna.
En verdad te digo, que Yo Soy tu verdad, Yo Soy en ti y Yo Soy el Dios que habita en tu corazón, Yo Soy el Dios que te hace mover a los diferentes puntos de esta Madre Tierra, Yo Soy el Dios por el cual vives en este mundo.
No hay nada de diferencia, amado mío, entre el Gran Yo Soy y Vos, porque veo la luz que brilla en tu corazón. Y cuando aceptes lo que acabas de repetir, ya no tendrás confusión en tu Yo Espíritu, sino la luz te guiará a la Ley de mi Padre, la Luz Verdadera que es mi Padre en vos.
Yo Soy el mismo de siempre, el que reina en cada corazón, el que reina en cada presencia. Y recuerda, amados míos, donde quiera que estén dos o tres en Mi Nombre, Yo estoy entre vosotros.
Si creéis que puedo ayudarte, si creéis que puedo hacerlo, comiencen a trabajar en el nombre de mi Padre, y aquél que te pregunte ¿quién te ha mandado? Vosotros respondedle: “Voluntad de mi Padre es siempre, y Él me ha mandado”.
Yo estoy ahí en cada palpitar de tu corazón del espíritu, está mi Padre a través de Mí. Porque entre mi Padre y Yo no hay nada de diferencia, amados míos, Yo Soy el Gran Yo Soy.
Amados míos, es el tiempo del bautizo, pero no del cuerpo, es el tiempo del bautizo del espíritu. Ya no me tengas temor, amados míos, porque Yo Soy el Perdón Universal, Yo Soy el Amor Universal.
Abrid los ojos y mírate qué tan bello eres, porque tú eres el Dios Todopoderoso que me tienes en este momento entre vosotros, SOMOS UNO, amados míos, UNO ES MI PADRE a través de cada uno de vosotros.
 
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